Desde el principio, el joven Hopkins encontró que las materias típicas de la escuela eran mundanas y encontró mucho más placer en las artes que en el trabajo escolar. Cuando tenía 15 años, conoció a un compatriota de Welch, y ese breve encuentro inspiró a Anthony a convertirse en actor. Comenzó a hacer teatro y estudió en la Royal Academy of Dramatic Art de Londres.
Durante la primera mitad de su carrera profesional, Anthony sólo vio la etapa. No fue hasta 1968 que tuvo su día en la gran pantalla en la película El león en invierno, donde actuó junto a Peter O'Toole y Katharine Hepburn. A partir de ahí, las ofertas de películas siguieron llegando y algunos de los mejores trabajos que ha hecho fueron en sus años más maduros.
A cualquiera que no conozca el nombre de Anthony Hopkins sólo hay que preguntarle si conoce a Hannibal Lecter. Esto definitivamente te sonará! Este fue quizás el papel más definitorio en la carrera de Anthony y siempre será recordado por el brillante, pero psicótico asesino en serie al que le gustaba comerse a la gente. Tal vez esta no sea la mejor manera de ser recordado, pero oye, la película fue brillante y vale la pena recordarla. Después de todo su fabuloso trabajo cinematográfico, su patrimonio neto es un poco más de 200 millones de dólares!
En su juventud, Hopkins compuso el vals titulado And the waltz goes on ("Y el vals sigue") pero no lo dio a conocer porque se dedicó al mundo del cine. Fue cuando conoció al violinista y director de orquesta holandés André Rieu cuando se animó a darlo a conocer, pues decidió que éste sería quien tocaría por primera vez su vals, debido a su manera magistral de tocar el violín y dirigir a la Orquesta Johann Strauss. Rieu quedó fascinado al escuchar la pieza. El estreno mundial del vals fue en Viena en julio de 2011 y Hopkins estuvo presente en la gala. Riue incluyó el vals al repertorio de su álbum titulado bajo el mismo nombre "And the waltz goes on" y lanzado en octubre de 2011, por el que ya recibió Disco de Platino.
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